Bienvenid@s

Este espacio ha sido creado para aquellos que no conozcan el motivo por el cual decidí emprender Mi lucha contra la usura. Se hizo una recopilación de los primeros textos publicados hace cuatro años y se les ofrecen para que, si alguien no los ha leído, puedan saber cuál fue el origen de todo, ya que mucho se ha dicho sobre que mi identidad es ficticia, que no soy deudora o incluso que alguien me paga para que ataque a los bancos.
Sobre todo, este espacio se ha creado para que si alguna persona vive acechada por algún prestamista, tenga algunas herramientas para defenderse.


La forma de leer la totalidad de los artículos es la siguiente:

1. Se comienza por la página principal, hasta arriba del blog y se continúa en donde dice "entradas más antiguas". Esto porque blogger sólo permite un máximo de 20 páginas.

Espero que lo aquí escrito le sirva a muchas personas para no vivir una situación similar.

Mar Morales

¡¡¡Eres una ratera!!!!!!!!!!!!!






Empezaron las épocas de lluvia y a mí me dio un ataque de nervios. El negocio que tenía sin buen clima nomás se iba a pique. Pues parece que la naturaleza conspiró para que lloviera con ganas. Y no sólo eso: se me viene abajo el techo y había que impermeabilizar. Sacar dinero y nada de entradas.



Llegó el día de pago del usurero y no tenía dinero. Otra vez a fregar, que si me pagas el doble, que si los moratorios que si el abogado..... He de confesarles que me estaba llenando el buche de piedritas. De tenerle miedo atroz y salir corriendo cada vez que lo veía, se me empezó a calentar la sangre. Ya eran muchos meses de aguantarlo. Ahora entiendo cuando alguien, en un momento de ira, se le va encima a otro.



No soy violenta, de hecho soy bastante ecuánime. Quizá producto de mi profesión prefiero conciliar, escuchar, atender. Pero ese día llegó gritando a mi trabajo. Sí, a grito pelado. A parte de la pena, del requemón, te entra la impotencia por saber que no tienes el dinero para darle. Mucho menos el doble que siempre te pide. Sin hacer grandes escándalos mandé llamar a seguridad. Les dije que ese hombre me estaba molestando y que por favor lo retiraran. El tipo estaba fuera de sí, en un momento pensé que me iba a golpear. Sin temblar, sin casi parpadear, le dije que se marchara.



¡¡¡Eres una ratera!!!!!!!!!!! ¿Cómo puedes decirme que me vaya si me estás dejando sin mi dinero? Lo menos que se estaba ganando es que le diera un empujón, que le sacara los ojos, que lo escupiera. ¿Ratera yo? ¿Dónde queda el sentido del bien y el mal en estas situaciones? ¿Quién tenía la razón? No sabía qué decirle pero sí sabía que esto se tenía que parar ya. En este momento estaba decidida a empezar una lucha, una verdadera batalla. Ya no. Ni un solo abuso más.

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